Bien, primero, ¿a alguien le suena Yume Nikki? A mi tampoco hasta la semana pasada, porque estaba viendo unos vídeos sobre mitos y leyendas de los videojuegos, y salió este juego. Por suerte y a la vez por desgracia, no he podido jugar este juego, ya que es muy antiguo y no tengo la consola para jugar. Me alegro de no haber jugado porque, como los que conocen el juego sabrán, no es terrorífico, es traumatizante. En el vídeo que mencione antes, mitos y leyendas de los videojuegos, el autor mencionó la anécdota de alguien que, jugando, se llevó un susto de muerte. Estaba en un sueño que tenía un fondo rosa, y entró a una casa. Allí había una chica con el pelo rubio, y se dio cuenta de que podía apagar y encender las luces. Así como bromeando apagó las luces, salió, volvió a entrar y las luces seguían encendidas. Las volvió a apagar, salió, entro... y así un rato. Hasta que la rubia se combirtió en una especie de fantasma, aunque es difícil de describir, y el jugador se pegó un susto enorme, al igual que yo. Pasar de estar haciendo el tonto y riéndo te como un estúpido a estar tapándote los ojos de miedo y teniéndo pesadillas por la noche, aunque al final yo me reí (yo me reí, pero seguro que la persona que estaba jugando NO) Luego es una desgracia no haber jugado porque me gustan los juegos extraños y sin sentido, que parecen inofensivos y muy de pequeños, pero que luego esconden un gran misterio escalofriante, como Hora de Aventuras. Ese juego parece de este tipo. Lo segundo es preguntarse, ¿de qué va este juego? ¿qué objetivo tiene? Pues puedes hacer lo que te plazca en él dentro de los límites ya expuestos: Bien puedes permanecer despierto paseándote por la habitación y terraza sin hacer nada; jugar al frustrante NASU, un extravagante juego que trata de emular el estilo de los juegos de la NES, o irte a dormir para disfrutar o mejor dicho a sufrir los sueños de esta niña, por lo que no tiene objetivo. Yume Nikki no posee historia alguna, no te da órdenes de hacia donde ir y tu libertad de movimiento en el mundo de los sueños es casi absoluta. Las diferentes zonas de esos sueños son monstruosamente enormes y esféricas, lo que permite que uno se pierda casi sin pretenderlo. Los suelos suelen ser transparentes y, por debajo de nosotros podemos ver toda clase de ilustraciones grotescas que nos inquietarán más al jugar, dibujos dignos de una mente daliniana que no ayudan a librarnos de esa sensación de que está ocurriendo algo no precisamente bueno. Y otra pregunta, la más hecha, ¿QUÉ DEMONIOS PASA AQUÍ? A esta amable pregunta sólo se le puede responder de una manera: No hay manera de entender qué ocurre. Simplemente pasa. Y lo que pasa es que Madotsuki está en su casa de la que no quiere salir. Allí sólo tiene una alfombra, unos cuantos cojines, una mesa, una silla, una librería, una tele con la que únicamente puede jugar a un juego frustrante, un balcón desde el que sólo se puede ver un poco el cielo… y su cama. Lo único que podrás hacer con Madotsuki es pasearla un poco por su diminuta casa y dormir. Pero, lejos de pensar que el mundo de esa niña se acaba aquí, nos queda un lugar más que visitar, sus sueños. Madotsuki es una experimentada onironauta: Casi sin esfuerzo, sólo esperando tres segundos, es capaz de hundirse en su propio universo personal, un mundo de sueños que va relatando siempre que tiene ocasión en su diario (Yume Nikki). Así pues, cuando alcanza la conciencia en el mundo onírico, Madotsuki se encuentra en su propia habitación. Pero no es lo mismo: el exterior es extraño e inquietante, como ejemplo tenemos a la televisión que sólo permite ver la imagen de un ojo. Pero es en este mundillo en el que la joven protagonista se atreve a salir por la puerta de su casa para encontrarse con… LAS Puertas. Puertas que llevan a lugares de lo más dispar en la mente de esta joven y, a todas luces, terriblemente insegura niña. Lugares como un campo nevado y abandonado; un laberinto lleno de poliedros, un espacio negro lleno de charcos, una zona hasta el techo de neones… lugares maravillosos a la vez que grotescos e inquietantes. Y en tales lugares es capaz de encontrarse con personajes de lo más dispar, seres extraños que no le dirigen ni media palabra, palabras que Madotsuki no pide: Madotsuki sólo viaja, busca, observa, se pierde, es capturada… y encuentra cosas.
Todo ello pertenece a la mente de la niña y, al mismo tiempo, es cuanta pista podamos tener de lo que le ocurre para que no quiera salir de la casa. Un mar de símbolos confusos y raramente agradables, con un par de poco comunes excepciones, que sólo nos permite imaginar vagamente las razones de Madotsuki para permanecer recluida. ¿Abusaban de ella en el colegio? ¿Ha huido? ¿Ha perdido a sus padres en un accidente de tráfico? ¿Es una artista? ¿Ha matado a alguien? ¿Ha sido humillada públicamente? ¿Siente nostalgia de algo? ¿Está enferma?
Nada es seguro. Y estas sólo son algunas de las teorías que podremos manejar gracias a los escasos datos que nos dan los habitantes de los múltiples mundos que podemos visitar.
Y, entended lo evidente: El mundo de Yume Nikki es monstruoso. Cuando crees que ya lo has visitado y manejado todo, te encuentras con usos nuevos a los efectos que posees y con ellos encuentras nuevos caminos hacia lugares más extraños si cabe, como ciertos caminos tras las paredes, o a eventos raros tales como el vuelo de la bruja.
No sé lo que opinaría el artista de Figueras de este juego pero, lo que es seguro, es que aseveraría que sus gráficos son bastante chuscos. Y no es para menos: Este juego es un producto más del vasto catálogo de juegos creados mediante RPGMaker. Aún así, todos los mapas, personajes, animaciones, fondos, efectos y gráficos de Madotsuki han sido creados por Kikiyama, el autor de este juego. Pero, aún a pesar de su aparente escasa calidad, ofrecen una variedad y fuerza demoledoras (Yume Nikki no es inquietante porque sí…).
A nivel sonoro, el juego tiene muy lindas composiciones, tantas como las agobiantes de sus zonas de pesadilla. Pero no siempre es música: Normalmente no pasarán de meros efectos de sonido repetidos una y otra vez, unas veces con sentido, otras veces sin él (¿una estación de metro donde suena el tren y, sin embargo, no hay ningún tren?). Como sea, gracias a su música y a los diferentes efectos de sonido, el juego mantiene el tono que pretende. Aquí dejo el vídeo que mencioné antes, pero si eres muy sensible en cuanto a cosas terroríficas o te asustas con facilidad, o simplemente no te gusta asustarte, no lo veas, porque DE VERDAD que vas a dar un salto: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=YJHux3Hda2c&noredirect=1
¿Te gusta, te aterroriza, te traumatiza, te interesa o te gusta este juego?
:) Responde en los comentarios:)
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